Recordaré que alguna vez te amé
y la memoria ya no dolerá más,
en lugar de herida que escueza
habrá cicatriz y una piel mas fuerte,
testigo muda de mi valentía
al haberte querido tanto,
del salto de fe que di al precipicio,
solo para terminar estrellándome al llegar al suelo.
Al final,
nadie vino a salvarme,
entendí que esa responsabilidad era solo mía
y me volví mas fuerte,
te lo juro,
ya no lloro por hombres que no me quisieron
como yo quería que me quisieran,
ya no espero amores imposibles
ni luchar contra la corriente,
ahora espero calma,
paz,
fluidez.
No a ti,
nunca
mas
a ti.
Y a pesar de todo,
si tan solo pudiera en tus rizos
enredar una vez mas mis dedos,
lo haría solo para susurrarte
de cerca y con sinceridad
«Ojalá seas feliz, amor mío de alguien más».