A veces la vida entra en conflicto
y nos lleva a enfrentar lo mas temeroso:
a nosotros mismos
reflejados en el espejo de la realidad.
Nos enfrentamos a la lucha
entre lo que queremos
y lo que necesitamos.
Me cuesta tanto dejarte ir,
pero necesito hacerlo.
Antes de ti,
yo era feliz por mi misma:
independiente,
espontánea,
risueña.
Ahora,
mi alma se llena de tristeza
cada que me golpea tu indiferencia,
tu desidia.
Si tuviera que usar una sola palabra
para decirte como me siento,
sería triste.
Me duele la realización
de darme cuenta que porque ya me tienes,
crees que no necesitas
hacer casi nada para conservarme,
y yo ya me cansé
de ser la persona que mas rema
para que avancemos por el río de la vida.
Me cansé de tratar de alcanzarte,
de hacerte entender.
Y es que me cuesta tanto dejarte ir,
pero necesito hacerlo.