Una vez, hace muchos años escribí de ti antes de saber que llegarías.
Recuerdo que dije «Tan sólo espero conocerlo en un día lluvioso, de esos en los que una gota fría se funde en tu alma».
Probablemente no recuerdes mi amor, pero ese enero no llovió. Y sin embargo, desde entonces en mi corazón llueve la dicha cada que te miro.
Debo confesar, que mirarte se ha convertido en una de mis actividades favoritas, amo mirarte durmiendo en paz a mi lado, amo mirarte cuando no te das cuenta que te estoy viendo y amo mirarte cuando me miras y verme reflejada en tus ojos sabiendo que he encontrado el lugar a donde pertenezco.
Desde ese enero, en mi corazón llueve y entonces me doy cuenta que aquellas palabras dichas hace tantos años no fueron sólo poema, si no premonición.
Excelente Luci, saludos
Gracias por leer, un abrazo.