A ti podría decirte, por ejemplo, que ya ocupas todos mis pensamientos, porque siempre estas ahí, aún cuando estoy pensando en otras cosas. Podría decirte también, que cada suspiro que exhalo lleva secretamente tu nombre y que mis sonrisas silenciosas se dan cuando recreo en mi mente tus facciones. Debería tal vez, también confesarte que… Sigue leyendo Al borde del precipicio