He de confesar que me encanta andar despeinada, supongo que es lo que pasa cuando una aprende a amar su cabello rebelde y revoltoso. Me encanta como cae ondulado como con vida propia por mi espalda desnuda, y como lo amontonas todo sobre uno de mis hombros, para llenarme la espalda de besos lentos y… Sigue leyendo Despeinada