Te lo dije con el corazón en la mano y algunas lágrimas en los ojos. Las manos me temblaban amenazando con derramar el dulce y suave vino de mi copa, así que me lo bebí de un trago, su calidez se deslizo por mi garganta atenuando levemente el nudo en mis entrañas. Sentí la desesperante… Sigue leyendo De la incertidumbre a la certeza