Puede que se apaguen las luces y se extingan los llantos.
Tal vez se nublen los cielos y las nubes nos nieguen el sol.
Quizás los vientos dejen de hacer danzar las hojas en aquellos árboles.
Pero yo se que la oscuridad no llegará nunca a tu alma.
Se que tu sonrisa regará mis campos y que tu mirada iluminará mis días.
Tengo fe, de esas de antaño, incansable, infranqueable.
Tengo fe y un par de brazos que te esperan impacientes.
Fe:
Puede que se encienda la luz y terminen los llantos.
Quizás se disipen las nubes y podamos ver el sol.
Tal vez los vientos hagan danzar las hojas de aquellos árboles.
Por eso sabés que la oscuridad no llegará a mi alma.
Linda entrada.
Saludos.
Muchas gracias por leerme 🙂