Te fabrico si quieres mi niño, una nube o quizás hasta todo un cielo. Será suave como la caricia de una madre y fuerte como las ramas de un roble que ninguna tempestad abate.
Te acunaré con una melodía cantada a media voz entre susurros y suspiros.
Te haré llorar todo un mar, y cuando esté en calma podrás ver en el reflejada tu alma, sus sombras y su brillo cálido .
Te fabrico nubes mi niño, pero no te vayas.