El otro día te extrañaba tanto que me quedé dormida abrazando el suéter que dejaste olvidado a tu partida.
Aún conserva tu aroma, lo estrecho a mi cuerpo, revivo en mi mente momentos vividos a tu lado. Entonces sonrío, porque aunque lejano, te se mío, porque aunque te encuentras lejos de mis manos, estas aquí, en este mi corazón que te añora.
Se que pronto estarás de nuevo entre mis brazos, que podré de nuevo tener la dicha de llenar mi mirada con tu sonrisa, escuchar la dulzura de tus palabras entonadas en la melodía de tu voz.
La idea del reencuentro me reconforta en esos momentos donde me invade la nostalgia y te deseo a mi lado.
Pronto mi amor, pronto.