Ansían mis labios volver a probar los tuyos
envolverme en su dulzura
que de a poco me intoxica
embriagándome,
respirar solo tu aliento
y transportarme a tus brazos
que siempre fuertes y expectantes
me esperan impacientes.
Tu piel que no olvida a la mía
y me grita en silencio que vuelva
mientras tu boca calla
y tu mirada esquiva,
me elude.
Mi piel impregnada en tu aroma
necesita con urgencia apremiante tu roce,
pero callo,
y mis ansias mueren en mis labios
que mudos de resignación,
no logran abrirse.
Septiembre, 2012